Repasando los informes diarios de las Alertas de Google, hemos descubierto un post sobre la historia de las aplicaciones móviles, publicado por David Escribano en la página de noticias del portal Skycanner.
El post recoge la evolución de las aplicaciones móviles desde que, el otrora gigante e las telecomunicaciones Nokia, incorporara en 1998 una réplica del videojuego «La Serpiente» a sus móviles, para que sus clientes pudieran matar el tiempo, mientras esperaban para realizar tareas cotidianas como pagar la compra en el supermercado. Posiblemente ese momento, sea el punto que determinó el cambio de uso de los dispositivos móviles, como simples aparatos para hacer llamadas telefónicas a lo que hoy pueden hacer.
Como no podía ser de otra manera, el nombre de Steve Jobs, el alma mater de Apple, aparece ligado al embrión de las app´s, y es a mediados de la primera década de este siglo, cuando revoluciona definitivamente el universo de las aplicaciones móviles, con los lanzamientos del iPhone y de la App Store. Y por supuesto, el gigante Google, no podía quedarse atrás, en una batalla feroz con una estratégia de «seguir al lider», con su Android Market.
Las primeras aplicaciones comerciales, eran básicamente aplicaciones de uso profesional, como agendas, editores de textos, hojas de cálculo, etc., utilizadas básicamente por ejecutivos y profesionales. Pero, seguramente los gigantes de Internet, se hicieron la siguiente pregunta: ¿por que acotar el mercado de este nuevo servicio, si se dispone de un enorme mercado de potenciales clientes que posiblemente demanden otro tipo de producto? Y descubrieron que, no todo en el universo digital eran ejecutivos y profesionales, sino que el grueso del mercado demandaba productos relacionados con el ocio.
Y hemos llegado a donde estamos: a Facebook, a Instagram, a Whatsapp, a Google Maps, a Snapchat…
Pero la Historia (corta) de las aplicaciones móviles y en general de Internet, nos demuestra que los cambios, las innovaciones van a una velocidad desorbitada. Por eso, el camino que tomará la evolución de este sector, es un melón sin abrir: aventurarse a predecir cuales serán las aplicaciones que triunfarán en solo dos o tres años, puede ser, por lo menos, temerario.
En un sector tan dinámico, hay que estar siempre alerta, porque el que mueva, no saldrá seguramente en la foto.